sábado, 26 de mayo de 2012

Número veintisiete

Cinco sonidos hicieron caer por su cara dos lentas lágrimas mientras se miraban en medio de la penumbra de un día lluvioso del quinto mes del año.

Piazzolla sigue sonando.
Pero no es Libertango.

martes, 22 de mayo de 2012

Número veintiséis

La espera a veces tiene su recompensa. Y, a pesar de ideas estúpidas que corren de repente por mi cabeza, me recordaste que la palabra de hoy es ganar.

martes, 8 de mayo de 2012

Número veinticinco

Revisando antiguos mensajes (cosa que espero que no se haga hobby), extraño tu antiguo expresar rebosante de cariño, esos textos que hacían que mi pecho se hinchara y se llenara de algo tan bonito y que jamás había sentido antes. He pasado por todos los estados de ánimo posibles: alegría, pena, frustración, desesperanza, desasosiego, angustia. Pero después de desahogarme y de pensar (un poco más) fríamente, termino empatizando como realmente debería y me encuentro con que ahora tengo (más) esperanza (que nunca) de que es sólo un momento crítico, que debo tener paciencia, darte tu espacio. Y no solo eso, sino también ser capaz de sacarte de tu estado (ahora) basal, llenarte de cariño y hacerte olvidar un rato todo lo demás.

Reafirmo lo que te dije en algún momento: te quiero, te amo y quiero lo mejor para ti. Quiero estar contigo, en las buenas y en las malas.